Los ventiladores axiales y radiales son los mas aptos para una amplia gama de industrias, como lo es la minera, y son los dos tipos de ventiladores mas comunes, que se encuentran actualmente en el mercado.

Entonces, ¿qué tipo de ventilador, axial o radial, es mejor para su aplicación? Ninguno es una mala elección, pero hay situaciones en las que uno es mas apto que el otro. Por lo tanto, elegir el tipo de ventilador correcto a menudo se reduce a factores como el desplazamiento del aire, el volumen e incluso el tipo de aspa. Esta publicación analizará más de cerca los conceptos básicos, las diferencias clave y las ventajas y desventajas de los ventiladores axiales y radiales.

Si alguna vez vivió en una casa sin aire acondicionado o durmió en un departamento que requirió un poco más de circulación de aire para tener un ambiente cómodo, el ventilador portátil que usó para ayudar a enfríar el área probablemente fue un ventilador axial.

Los ventiladores axiales obtuvieron su nombre por la forma en que funcionan las aspas del ventilador: girando alrededor de un eje y, por lo tanto, expulsando el aire de forma paralela al eje. El ejemplo que utilizamos anteriormente es común en ambientes domésticos y aplicaciones industriales pequeñas. Sin embargo, los ventiladores axiales se pueden hacer mucho más grandes, adecuados para fábricas y operaciones de minería subterránea.

Los ventiladores axiales se usan con frecuencia cuando se necesita un gran volumen de aire. Aunque los ventiladores axiales hacen un buen trabajo para lograr este objetivo, es aire a baja presión y no está muy concentrado en una área determinada.

También conocidos como «ventiladores centrífugos«, los ventiladores radiales no atraen el aire paralelo al eje como lo hacen los ventiladores axiales. En cambio, mueven el aire desde el centro, radialmente, de ahí su nombre. Para crear el aire, los ventiladores radiales primero lo empujan hacia el ventilador. Esto a menudo se realiza a través de una entrada lateral, que varía según el tamaño del ventilador.

Un ejemplo simple de un ventilador centrífugo es un pequeño ventilador «soplador», utilizado en entornos residenciales y comerciales para secar rápidamente áreas húmedas del edificio o áreas con daños por agua.

Aunque el volumen de este tipo de ventiladores suele ser menor que el de los ventiladores axiales, la presión es mucho mayor. También están en mejores condiciones para apuntar directamente a una área específica. Los ventiladores radiales utilizados en entornos industriales y mineros, suelen ser más grandes, atraen el aire a través de tomas y luego lo ejecutan a través de una serie de conductos antes de que se disperse.

Los ventiladores centrífugos también pueden ser conocidos como ventiladores de ardilla, ventiladores de jaula de ardilla y ventiladores de soplador de aire debido a cómo funcionan y cómo se ven ciertos modelos.